domingo, 25 de marzo de 2012


ENTRENAMIENTO FUNCIONAL PARA LA NATACIÓN. PARTE 1.

¿Está usted buscando alcanzar un margen competitivo sobre sus oponentes? El desarrollo de una musculatura central fuerte junto con un entrenamiento funcional para la natación, puede ser exactamente lo que a su programa le está faltando. Muchos programas se enfocan solamente en los números en el gimnasio, olvidando que la natación es una actividad tridimensional, por lo cual las ganancias en fuerza tienen un valor mínimo en la mejora de la destreza.

El entrenamiento funcional puede mejorar la habilidad del cuerpo para generar potencia a partir de la musculatura central. A menudo oirá hablar del centro (los músculos abdominales y de la espalda) descripto como el centro de potencia del cuerpo. Esto es porque cuando se entrena correctamente, estos músculos actúan de manera sinérgica para mejorar dramáticamente su rendimiento deportivo. Esto no significa que usted tenga que hacer cientos de abdominales por día. Sino significa que usted debe entrenar de forma específica, y practicar como si compitiera. Estos ejercicios le ayudaran a transferir la fuerza ganada en el gimnasio a los movimientos específicos de la natación. Cuando se considera a un ejercicio para un deporte específico es importante asegurarse de que el ejercicio pueda ser transferido a la actividad deseada. Las ejercitaciones a seguir imitan los movimientos de la natación con el propósito de transferir las ganancias de fuerza al rendimiento. Siendo que la mayoría de las persona se interesan cada vez mas en sus programas de entrenamiento, es importante elegir los ejercicios sabiamente.

Hay dos problemas comunes entre los nadadores que pueden ser minimizados con este tipo de entrenamiento funcional: los disbalances posturales y las lesiones por sobreuso. Un defecto postural puede provocar que un nadador nade mucho mas lento de lo que en realidad es capaz, o que se fatigue mas rápidamente tratando de nadar a la misma velocidad. El alineamiento apropiado del cuerpo en el agua puede realmente reducir la resistencia del agua e incrementar la potencia central, permitiéndole nadar mas rápido con menos esfuerzo (menor frecuencia cardiaca) y con mayor eficiencia, por un mayor período de tiempo. Una mala postura de la cabeza y del cuerpo o una musculatura central débil pueden contribuir a dolores en la espalda baja tanto durante como después de las sesiones de entrenamiento. Otra lesión común es la llamada hombro del nadador. Esta es una lesión por sobreuso causada por la inestabilidad de la articulación glenohumeral (la articulación del hombro) derivando en la inflamación de los músculos rotadores. Para prevenir este tipo de lesión es importante una mecánica apropiada de la brazada. Se pueden observar defectos mecánicos con la fatiga o con una flexibilidad inadecuada, lo que incrementa el estrés sobre el hombro, y que pueden ser solucionados mediante un entrenamiento apropiado. Cuanto mas fuertes sean los músculos estabilizadores y con una técnica apropiada, mayor tiempo podrá el atleta entrenar a una alta intensidad.

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