El siguiente gráfico indica por qué no es posible
identificar la contribución de energía de los diferentes sistemas usando la
frecuencia cardíaca. Un pequeño rango de diferencias en la frecuencia cardíaca
puede corresponder a una gran diferencia en el significado fisiológico del
esfuerzo. Se le pidió a un corredor que corra 5 sesiones diferentes de
entrenamiento de 28 minutos cada uno a una velocidad constante. Se realizó cada
corrida de 28 minutos en días diferentes y a velocidades diferentes. Las
condiciones ambientales eran idénticas porque las corridas se realizaron en una
banda sin fin dentro de un laboratorio. Entre la carga menos extensa (fácil) y
la carga más intensa (difícil), observamos una diferencia de solamente 9
latidos/min. que corresponde a una diferencia de lactato de 5 mmol/l. Este
pequeño rango de la frecuencia cardíaca corresponde a las contribuciones de los
sistemas de energía aeróbicos y anaerobios dramáticamente diferentes.
Si factores no fisiológicos como el tiempo o la superficie
afectan la frecuencia cardíaca (+ 6 latidos) es claro que la
determinación de la intensidad a través de la frecuencia cardíaca es muy
inestable y variable y por lo tanto no es precisa y confiable.
Los siguientes gráficos muestran una diferencia de
aproximadamente 6 latidos por minuto para cargas de trabajo bajas(<4mmol/l)
en bosques y una pista de tartán de acuerdo a si estaba mojada o seca. Esto
significa que hay una diferencia en el significado fisiológico del
entrenamiento con la misma frecuencia cardíaca durante tiempos de lluvia o sin
lluvia para estas dos superficies. Esto probablemente es causado por un mejor
enfriamiento del cuerpo durante tiempos de lluvia.
La reducción de la frecuencia cardíaca en el ambiente
mojado desapareció cuando el ejercicio se realizaba en el pasto. El hecho de
que el atleta tiene que ser más atento cuando corre en el pasto mojado puede
explicar la acción en contra de una reducción de la frecuencia cardíaca con una
mejor condición de enfriamiento ambiental. El incremento de la frecuencia cardíaca
en el pasto mojado probablemente fue causado por un mayor estrés mental de
correr en una superficie resbalosa.
Estos descubrimientos son comunes porque la frecuencia
cardíaca refleja mucho más que solamente la demanda de oxígeno de los músculos.
Durante el ejercicio, la
frecuencia cardíaca está afectada por muchos procesos que protegen el cuerpo.
Por ejemplo, el calor es un peligro vinculado con deportes de resistencia. El
cuerpo reacciona al calor incrementando la circulación de la sangre para que se
pueda enfriar mejor cuando la sangre llega a la piel. De esta manera el corazón
latirá más rápido para mover la sangre a esta parte del cuerpo que está relativamente
más fría. Esto es extremadamente notable durante los primeros días de los
tiempos calurosos.
Otra estimulación de la frecuencia cardíaca proviene del
estrés. El estrés puede ser positivo porque prepara al cuerpo a rendir a un
nivel más alto. Pero también puede ser negativo si este estrés proviene de un
origen catabólico (molestoso, destructivo) como una enfermedad, dolor, músculos
sobrecargados, la no-hemostásis, etc. En una situación catabólica aún el mejor
programa de entrenamiento hará que tu acondicionamiento se deteriore en vez de
mejorarlo. Por eso es muy importante detectar este estado catabólico tan pronto
como sea posible y reducir o parar tu programa de entrenamiento inmediatamente.
Por consiguiente, las observaciones de la frecuencia cardíaca como la
frecuencia cardíaca por las mañanas, la frecuencia cardíaca en intensidades
normales, la frecuencia cardíaca y la recuperación de la frecuencia cardíaca
son observaciones muy útiles para evaluar si tienes que reducir tu programa de
entrenamiento.
Esta segunda característica de la frecuencia cardíaca se
emplea en la próxima sección para mostrar cómo un atleta puede ayudar a leer su
cuerpo a través de controlar su frecuencia cardíaca por las mañanas.
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